¿Te ha sucedido alguna vez - al querer decir algo qué sentías,

qué te pasaba o qué pensabas - no encontrar las palabras adecuadas?

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Es un fenómeno habitual, ya que las palabras no llegan a cubrir la inacabable diversidad de la experiencia humana, en todas sus facetas: sensorial, emocional, conductual, racional y espiritual.

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Entendemos la explicación de esta condición en la evolución de nuestra especie –a nivel filo y ontogenético- estudiando su biología, su psicología y el desarrollo de la cultura. 

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Encontramos en vías de expresión no verbales, mejores soportes para comunicar lo que las palabras no facilitan. Esos soportes son: dibujos, sonidos, movimientos, escenas y demás formas de exteriorizar aspectos del mundo interno de los individuos.
 

La Arteterapia constituye entonces la práctica por la cual un especialista favorece la expresión de lo que requiere ser manifestado por individuos/grupos/colectivos humanos, con diversas metodologías que trascienden la comunicación estrictamente verbal, con objetivos terapéuticos o de transformación.

 

Los objetivos, contextos y necesidades que aborda el Arteterapeuta son tan variados como los que la vida humana conlleva.

 

Como disciplina consolidada, la Arteterapia toma conocimientos de la Antropología, la Historia y técnicas del Arte, los paradigmas teóricos y prácticas de la Psicología, las Neurociencias y la Filosofía del Arte.